Los expertos marinos de la región del Gran Caribe insisten desde hace tiempo en la necesidad de mejorar los conocimientos y reforzar la colaboración regional sobre las poblaciones de mamíferos marinos y su seguimiento. Lo mismo cabe decir de las aves marinas, cuyo conocimiento en el Caribe y las Guyanas sigue siendo muy escaso y se limita esencialmente a las colonias de procreación.

El desarrollo de mapas de abundancia y distribución de las especies ha sido identificado como una prioridad en el plan de acción del protocolo SPAW para la conservación de los mamíferos marinos en el Caribe. Esta información es esencial para evaluar su estado de conservación y las áreas de solapamiento entre las especies y las actividades humanas.

Dentro de la fase 1 del proyecto CAMAC (2023), el trabajo en el paquete de trabajo 4 ha sido altamente colaborativo, centrándose en la formación de un grupo de trabajo regional y la consulta con las partes interesadas de diversas maneras.

Más de 43 expertos en mamíferos marinos y 6 en aves marinas de 20 países o territorios del Caribe y Guyana participaron a lo largo del año en el grupo de trabajo y en los dos talleres principales.

Su trabajo ayudó a definir los métodos de seguimiento adecuados que debían ponerse en práctica:

1. Una campaña de transectos en barco con un componente acústico consistente en un hidrófono remolcado para inventariar las especies de mamíferos y aves marinas;
2. Un programa de seguimiento de aves marinas para mejorar el conocimiento de las zonas de alimentación en alta mar que podrían interactuar con las actividades humanas.

Los expertos también han definido las zonas prioritarias. Dado que la zona geográfica del CAMAC es especialmente vasta, no sería posible realizar estudios en todo su perímetro. Estos sectores se han definido en función de varios criterios, como zonas en las que existen amenazas, zonas que desempeñan un papel funcional para las especies o zonas en las que un agente está dispuesto a implementar las campañas.